Ante la muerte, la reacción de las personas puede ser inesperada. Muchos gritan, lloran, se enojan o frustran. También hay otros, que sorprenden por su calma. Más allá de las emociones debe darse un momento para pensar con la cabeza fría y tomar decisiones, entre ellas, quién llevará el proceso que sigue.
Cuando fallece un familiar hay que elegir, por ejemplo, si sus restos serán cremados o enterrados, si tendrá algún tipo de servicio funerario y cómo se le comunicará a la familia acerca del deceso.
Este puede ser un proceso que claramente abruma a cualquiera, especialmente cuando son personas que están pasando por el duelo y la enorme tristeza de no volver a ver a su ser querido. Pero, desafortunadamente hay que tomarse un momento para saber qué hacer y, una de las primeras elecciones será quién quedará como encargado de todos los trámites.
Para muchos, lo lógico es que la carga la lleve el familiar más directo, es decir, que el esposo se haga cargo de los trámites del fallecimiento de su esposa. Pero debemos ser conscientes de que probablemente es el doliente que más está sufriendo y que no tendrá cabeza para poder realizar todo lo que viene.
Por eso es que lo mejor es que se encargue una persona que tenga mayor entereza. Esto, es especialmente importante si su familiar fallece en el extranjero.
Para la repatriación necesitará designar un contacto en México
La Secretaría de Relaciones Exteriores explica que para proporcionar una correcta atención, los familiares de un fallecido en el extranjero deben designar a una sola persona que será la responsable de llevar a cabo el trámite y se convertirá en el punto de contacto entre el consulado y la funeraria.
Aunque no será un proceso fácil, dado que el estado emocional no es el mejor y hay que seguir varios trámites burocráticos, esta situación es necesaria.
Por ello, la recomendación que siempre le damos es prevenir. Hable con su familia acerca de cuál sería la organización esperada en caso de la muerte de alguien cercano. Quizá al final no pueda llevarse a cabo, pero habrá mayor conciencia al respecto.
También vale la pena que conozca de antemano las opciones a su alcance. Si usted vive en el extranjero y quiere que sus restos sean regresados a México, o algún familiar está en esa situación, acérquese a Mi Última Voluntad, contamos con membresías y diversos servicios para apoyarlo en esa situación, no solamente hablando de documentación, sino también con asesoramiento emocional.