La muerte de un ser querido siempre es un proceso muy difícil, pero las circunstancias son muy diferentes si se trata de un fallecimiento repentino o de alguien que es diagnosticado con una enfermedad terminal. Hoy vamos a hablarle sobre cómo hablar y planificar el final de la vida en caso de un padecimiento sin cura.
Hay que señalar que cuando una persona importante para nosotros es diagnosticada con una enfermedad terminal o muy grave, se pasa por un proceso que es muy parecido al duelo. Incluso cuando físicamente todavía está presente, ya hay una sensación de dolor y ausencia.
Es importante buscar apoyo emocional. Si bien es normal experimentar miedo y sentimientos como ira o negación, es necesario tomarse un momento para reflexionar y comenzar a pensar en lo que viene, incluido los planes funerarios, los asuntos legales y financieros.
Cuando una familia se enfrenta a una enfermedad terminal, se tiene la oportunidad de hacer algunos planes, quizá ya no sea posible, por ejemplo, viajar y morir cerca de quienes amamos, pero sí se puede aprovechar el tiempo para hacer algunas previsiones.
Por ejemplo, si su familiar ya no vivirá mucho, o usted mismo se encuentra en el extranjero y fue diagnosticado con un padecimiento sin cura, considere la posibilidad de que los restos sean repatriados. Si se previene la situación, se ahorrarán costos y molestias.
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Ante una enfermedad terminal, lo mejor es conversar
Aunque no será nada sencillo, e incluso muchos no están dispuestos a hacerlo, cuando se tiene un diagnóstico de una enfermedad terminal, es momento de hablar claramente.
No solamente se trata de saber cuál es el último deseo de una persona, por ejemplo si prefiere un entierro o una cremación y, como ya dijimos, si le gustaría que sus restos fueran repatriados a su país de origen, también es la oportunidad para sanar relaciones.
Si dentro de su familia se encuentran en una situación como esa, dense la oportunidad de hablar de sus sentimientos, expresar su amor, pero también perdón y comprensión. No será fácil, pero lo mejor es aprovechar el tiempo que queda.