Cuando un familiar fallece en el extranjero el primer paso, si es que se quiere repatriar sus restos, será ponerse en contacto con una funeraria local. Ellos se encargarán de servicios como la cremación o embalsamamiento, y de otro tipo de trámites para llevar a cabo el proceso, incluyendo el viaje.
De acuerdo con las circunstancias y el servicio contratado, la funeraria se encargará de repatriar los restos, por ejemplo, en un avión privado. Pero, una vez en México, ¿qué es lo que sigue?
Aunque algunas funerarias cuentan con servicio tanto en México como en el extranjero, por lo que pueden llevar a cabo todo el proceso de manera directa, en la mayoría de los casos, será necesario contar con un servicio nacional.
Es importante que en el aeropuerto destino, en este caso en México, la compañía que usted contrate esté al pendiente del momento en el que aterrizarán los restos de su familiar, de manera que los lleve a la funeraria correspondiente.
Consejos al contratar un servicio funerario
Cómo se dará cuenta, son diversos los trámites que deberá llevar a cabo la funeraria en el extranjero y también la nacional. De ahí la importancia de elegir correctamente.
Lo mejor es prevenir y conocer cuáles son los servicios a los que puede acceder. Por ejemplo, en Mi Última Voluntad contamos con diversos profesionales que lo ayudarán en ese difícil momento y se encargarán de hacer todas las gestiones, tanto en el extranjero como en México, de manera que usted no tenga que preocuparse de más por la documentación.
Por otra parte, es importante que cuando vaya a contratar una funeraria, revise con atención el contrato para estar seguro de qué es lo que está pagando y no incurrir en gastos innecesarios o en molestias en ese difícil momento.
Finalmente, no deje que las emociones jueguen en su contra, seguramente tendrá el deseo de pagar un suntuoso servicio funerario o el féretro más caro, pero si no cuenta con los recursos, no lo haga, pronto terminará arrepentido.