Vivimos en un mundo globalizado en el que, gracias a opciones como el trabajo a distancia, ahora es posible cambiar de residencia con mayor facilidad. Si bien esto puede ser una gran ventaja, vale la pena hacer una reflexión sobre todas las implicaciones que tiene, incluyendo el fallecimiento.
Y es que enfrentarse a la muerte de un ser querido siempre es difícil. Pero, si este se encuentra en otro país, el proceso puede ser todavía más complicado especialmente, porque el sentimiento de incredulidad o negación suele hacerse presente y perdurar más.
Cuando la persona que fallece está cerca de nosotros, se tiene que asimilar su ausencia día a día. Pero cuando quien muere se encontraba lejos de su hogar, no es posible experimentar esa situación, por eso es que el proceso de aceptación suele ser más complicado.
El mayor reto en dicha situación es que, en muchas ocasiones, las personas no tienen la manera de exteriorizar claramente su dolor, por lo que tienden a aislarse y reprimirlo, lo que a la larga termina afectándolos más.
Por ello, la recomendación más importante es dejar fluir los sentimientos para ayudar a sanarlos. Es necesario enfrentarse a la muerte y aceptarla, no será un proceso fácil, pero quedarse en la negación no llevará a nada positivo.
Gracias al apoyo de familia y amigos será mucho más sencillo poder superar una pérdida. Si no cuenta con esa opción, puede acercarse a grupos de apoyo. Pero recuerde que si las emociones son tan intensas que le están impidiendo continuar con su vida, lo mejor es buscar ayuda profesional.
La repatriación, una ayuda para enfrentar el duelo
Una de las razones por las cuales para muchas personas es difícil procesar la muerte de un familiar en el extranjero es que, simplemente no vuelven a verla y, por lo tanto, puede alimentar la idea de que está bien en lugar de aceptar la realidad.
Por eso, una buena idea para cerrar el ciclo y comenzar a procesar la partida es la repatriación. Cuando los familiares tienen la oportunidad de volver a ver el cuerpo o los cenizas de su ser querido pueden aceptar lo que sucedió y comenzar a sanar.
Si necesita un servicio de repatriación de restos, no dude en contactar a Mi Última Voluntad, contamos con los mejores profesionales que le ayudarán en el proceso y garantizarán que su familiar fallecido reciba la despedida que merece.