El Día de Muertos es una de las tradiciones más emblemáticas de México, se celebra con fervor en lo largo y ancho del país.
De hecho, en cada estado de la República Mexicana se realizan diferentes prácticas para honrar honrar la memoria de nuestros ancestros, recordar sus vidas y fortalecer los lazos familiares.
En los últimos años, esta celebración ha adquirido un nuevo significado para las familias de migrantes mexicanos que han perdido a sus seres queridos en el extranjero. Cada vez más, los altares de Día de Muertos incluyen fotos y ofrendas a los “hermanos repatriados“, aquellos que partieron en busca de un mejor futuro y no pudieron regresar a su tierra natal.
Día de muertos: un homenaje a la memoria de los migrantes
Para las familias de los migrantes que fallecieron fuera de México, el Día de Muertos se convierte en una oportunidad para recordar a sus hijos, hermanos o padres que fallecieron en circunstancias trágicas. A través de la elaboración de ofrendas, la preparación de platillos tradicionales y la narración de anécdotas, se mantiene viva la memoria de los ausentes y se les brinda un merecido homenaje.
La inclusión de los hermanos repatriados en las celebraciones del Día de Muertos es un símbolo de unión y solidaridad entre las familias migrantes y la comunidad en general. Es un recordatorio de que, a pesar de la distancia y las dificultades, el amor y el recuerdo hacia los seres queridos no tienen fronteras.

El Día de Muertos también sirve como un llamado a la acción para las autoridades y la sociedad en general. Es necesario redoblar esfuerzos para proteger a los migrantes mexicanos en el extranjero y garantizar su seguridad y bienestar.
Si quieres evitar que tu familia se enfrente al tardado proceso de repatriación de tus restos, algo que puedes hacer es contratar una membresía de “Mi Última Voluntad”, con lo cual nosotros nos encargaremos del traslado de tus restos a la tierra en la que la muerte es vista como una nueva vida.