La muerte es inevitable. Sin embargo, a la mayoría de las personas les resulta muy incómodo tener que enfrentarla. Si en algún momento tiene la difícil tarea de comunicar el fallecimiento de un ser querido a alguien, vamos a decirle cuáles son las recomendaciones para que el proceso sea lo más sensible y llevadero posible.
Comunicar sobre la muerte es difícil en cualquier caso. Pero, puede ser todavía más complicado si es que la persona murió en el extranjero, debido a que ya no se tendrá la oportunidad de volver a convivir con ella y, quizá, se tenía mucho tiempo sin verla.
Imagine que, por ejemplo, una persona en México recibe la triste noticia de que su hermano ha fallecido en Estados Unidos. ¿Cuál sería la mejor manera de darle la noticia a su madre? A continuación dejamos algunas consideraciones.
Lo primero que es importante señalar es que cada persona experimenta la muerte y el duelo a su manera, por lo que no debe intentar reprimir las emociones, cada uno vive ese momento con mayor o menor intensidad.
Los elementos más importantes para comunicar la noticia de una muerte son: compasión, empatía, tranquilidad, sensibilidad, amabilidad y seguridad.
La tarea de una persona que comunicará el triste mensaje no es evitar el dolor sino hablarlo de tal manera que la noticia pueda asimilarse de una mejor manera.
6 recomendaciones para dar la noticia de un fallecimiento
Si bien queda claro que no podrá evitar la tristeza en el otro, si sigue las siguientes recomendaciones es probable que al menos el impacto sea menor:
- De la noticia personalmente, evite hacerlo por teléfono o mensaje.
- Genere un espacio adecuado, lo mejor es que sea únicamente con una persona, o con los más allegados.
- Mantenga contacto visual, muéstrese sereno y sea directo.
- Ensaye lo que va a decir, pero siempre apéguese a la verdad.
- No intente controlar la reacción de los demás, sentimientos como tristeza, culpa o enojo son perfectamente normales.
- Finalmente, la recomendación es que, antes de acercarse con la persona para informarle sobre la muerte, piense sobre los siguientes pasos a seguir. Por ejemplo decir: “mamá, murió mi hermano, ahora es momento de poner en marcha la repatriación para poder darle el último adiós”. Eso ayudará a que la otra persona no se sienta tan abrumada.
Sabemos que un fallecimiento no es nada sencillo y, lo es todavía menos si su familiar no se encuentra en casa. Por ello, ponemos a su disposición todos nuestros servicios de repatriación de restos para, no solo apoyarlo en el proceso de trámites y documentación, sino brindarle el apoyo emocional tan necesario en esos momentos. Conozca los detalles ingresando a la página principal de Mi Última Voluntad.